La forma del sueño es incoherente. La forma del sueño es lógica.

En el sueño todo puede ocurrir. Todo es posible. Verosímil.

El sueño es liberador. El sueño es verdugo. A veces nos despierta…

Pero el despertar nos reconcilia con la realidad, ya que por más cruel que sea, en ese instante, es nuestra salvación.

¡Despertemos!

¿O es que vamos a morir mientras dormimos?

lunes, 19 de noviembre de 2012

Dijo Strindberg sobre SUEÑO

La forma del sueño es incoherente. La forma del sueño es lógica.
En el sueño todo puede ocurrir. Todo es posible. Verosímil.
El sueño nos libera de las coordenadas de lo cotidiano. Tiempo y espacio no existen. Sobre un trocito de realidad, la imaginación hila y teje nuevos dibujos. Mezcla recuerdos y deseos, vivencias y anhelos, invenciones y absurdos, miedos e improvisaciones. Crea y recrea mientras los personajes se escinden, se multiplican, se doblan, se desdoblan, se  evaporan, se  condensan, desaparecen, se  reúnen.
Pero siempre hay una conciencia: la del soñador, que urde su trama sobre un fondo de melancolía y compasión con lo vivo. El sueño se eleva como el hongo de su micelio.
El sueño es liberador. El sueño es verdugo. A veces nos despierta…
Pero el despertar nos reconcilia con la realidad, ya que por más cruel que sea, en ese instante, es nuestra salvación.
¡Despertemos!
¿O es que vamos a morir mientras dormimos?

(Adaptación y versión María del Carmen Sánchez)

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