La forma del sueño es incoherente. La forma del sueño es lógica.
En el sueño todo puede ocurrir. Todo es posible. Verosímil.
El sueño es liberador. El sueño es verdugo. A veces nos despierta…
Pero el despertar nos reconcilia con la realidad, ya que por más cruel que sea, en ese instante, es nuestra salvación.
¡Despertemos!
¿O es que vamos a morir mientras dormimos?
martes, 18 de marzo de 2014
miércoles, 5 de marzo de 2014
Comentarios sobre la obra
Crítica de Marcelo Olivieri (Asociación Cronistas
del Espectáculo)
Anoche
vi en el teatro una obra que si la ven se van a movilizar por dentro. Es como
que las ánimas salen del universo, bajan a la tierra y nos teletransportan a
tratar de entender los misterios de este Mondo di Cromo. SUEÑO es
una comedia onírica de August Strindberg que se ofrece en el Teatro Anfitrión,
Venezuela 3340, todos los domingos alas 20:30. MUY BUENA!!!!
En esta obra, el autor ha intentado imitar la forma inconsecuente, aunque transparentemente lógica de un sueño. Todo puede suceder, todo es posible y probable. No existen ni el tiempo ni el sitio; sobre una base insignificante de realidad, la imaginación teje, entrelazando nuevas formas; mezcla de recuerdos, experiencias, fantasías libres, incongruencias e improvisaciones.
La experiencia de ver Sueño me transportó a esas cosas abstractas de la vida que si bien son abstractas para nosotros son naturales, pero no lo son.
Nueve actores en escena con sus cuerpos sueltos
se expresan y tratan de actuar y explicar lo que es la vida por la vida misma.
Con dos pantallas de fondo que proyectan imágenes todo el tiempo que puede ser
el universo infinito o las constelaciones que se producen en nuestros sueños,
se desarrolla esta interesante obra para paladares exquisitos.
Conjeturas, dudas, acercamientos sobre la vida y la muerte, mezclados con las improvisaciones y el combo de los actores que a lo largo de casi 90 minutos actúan permanentemente sin salir de la escena. Cada estado de la humanidad que representan los hace protagonista de un mundo que habitamos pero muchas veces sin saber cuál es el misterio que hay en el más allá.
Conjeturas, dudas, acercamientos sobre la vida y la muerte, mezclados con las improvisaciones y el combo de los actores que a lo largo de casi 90 minutos actúan permanentemente sin salir de la escena. Cada estado de la humanidad que representan los hace protagonista de un mundo que habitamos pero muchas veces sin saber cuál es el misterio que hay en el más allá.
Sueño no es una obra para cualquiera, pero en el fondo
lo es, porque habla de nosotros, los habitantes de esta rutina llamada mundo.
PH: LEONARDO DI LAURO
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